La Agrupación de Fabricantes de Cemento de Andalucía apoya la valorización energética en la fábrica de Cementos Cosmos de Córdoba

La Agrupación de Fabricantes de Cemento de Andalucía, AFCA, ha expresado hoy su rechazo por la innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Córdoba, dada la “inseguridad jurídica” que genera para la fábrica de cemento que opera en dicho término municipal.

AFCA ha presentado alegaciones a la innovación del PGOU de Córdoba, referidas a la regulación en la utilización de residuos como combustibles alternativos en el ámbito industrial, en línea con las presentadas por la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) y Cementos Cosmos.

“De aprobarse la innovación del PGOU sin tenerse en cuenta las alegaciones presentadas, creemos que se sentaría un peligrosísimo precedente que podría llevar a otras industrias a replantearse cualquier inversión de futuro en sus plantas cordobesas. La indefensión jurídica es clara si una ordenación de ámbito local, como es el caso del PGOU de Córdoba, puede convertirse en un instrumento de modificación de las condiciones en las que una empresa ha basado la puesta en marcha de su actividad”, explica el director general de AFCA, Ricardo López Perona.

“Resulta inadmisible que una industria, como es el caso de Cementos Cosmos, que plantea sus planes de futuro realizando inversiones encaminadas a mejorar su competitividad y generar así riqueza en la ciudad, cumpliendo con todas las normativas de ámbito autonómico, nacional y de la Unión Europea, vea en peligro la viabilidad futura de su actividad por una nueva normativa de ámbito local que, claramente, persigue penalizar a posteriori una práctica, la de la valorización, que ya se venía realizando con un cumplimiento escrupuloso de la ley vigente. La situación de indefensión jurídica para la empresa, y para todo el sector andaluz, es clara”, añade López Perona.

La valorización energética de residuos no reciclables y su uso como combustibles alternativos en las fábricas de cemento es una práctica habitual en toda Europa, apoyada desde las instituciones públicas comunitarias, ya que se evita así que dichos residuos finalicen su vida útil en vertederos siendo ésta una opción muy contaminante, al tiempo que permite reducir el consumo de combustibles fósiles, la emisión de gases de efecto invernadero, y las posibles inversiones en incineradoras para eliminar estos residuos.